Doctor en Medicina, escritor y artista
SOLUM DONAS BURAK
Hijo de inmigrantes lituano judíos, en 1969 Donas se gradúa en medicina pediátrica en la Universidad de la República de Uruguay, y luego recibe una beca de investigación del INCAP, institución del Sistema de Integración Centroamericana, donde obtiene una maestría en Salud Pública en 1973. A partir de esa especialización, Donas recorrerá toda Latinoamérica, primero como profe- sor de medicina preventiva en la Facultad de Medicina de Tegucigalpa, Honduras, luego como consultor subregional en Salud Integral del Adolescente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) – Organización Mundial de la Salud. Como consultor de la OPS Donas vivirá en Guatemala, Haití, Panamá, Costa Rica, Venezuela y Brasil. En el 2000 se jubila y se instala en Costa Rica para dedicarse a su producción artística y literaria, manteniendo, asimismo, una activa participación como asesor en temas de salud preventiva en distintos ámbitos.
Solum Donas tenía una comprensión absolutamente integral de la vida. El individuo se desarrolla dentro de toda la complejidad contextual de su entorno y su historia, de sus posibilidades y limitaciones sociales, económicas, políticas, cognoscitivas y afectivas. Desde esa convicción actuó como médico de salud preventiva, enfocándose cada vez más en la salud de la niñez y del adolescente. Donas iba a contramano del abordaje sintomatológico que ha conformado la actuación médica en el mundo actual. A partir de su vasta experiencia cultural y geopolítica, Donas comienza a incorporar el desarrollo de la creatividad en su trabajo médico, haciendo hincapié, siempre, en la importancia de la educación: “Lo más importante en los jóvenes [...] es lograr que ellos se desarrollen como personas, de allí la salud tiene el rol de empujar los otros sectores, no puede haber salud si el joven no tiene educación”.1 Donas enfatizaba la importancia de impulsar en los jóvenes el ejercicio de la creatividad –entendida de manera amplia y no apenas asociada a la creación artística– y publicó numerosos artículos sobre adolescencia, salud, educación y creatividad.
1 Entrevista a Solum Donas, publicada en el periódico Diario La Verdad. Noticias de Maracaibo, 6 de mayo, 1988.
Verónica Cordeiro
SU ULTIMA PATRIA. SAN JOSE-COSTA RICA
la garua
Durante sus dieciocho años, del 2000 al 2018, La Garúa fue mucho más que una casa-taller y una residencia familiar para Solum Donas. La Garúa, nombre tanguero que eligió para albergar el último periodo de su vida –propiedad ubicada al margen del río Cruz en el barrio de Escazú en las afueras de la capital costarricense –fue sede de encuentros literarios, festivales de arte y gastronomía, terreno fértil con un parque frutal en constante germinación, habitado por un sinfín de arácneos tropicales además de perros, gallinas y gatos.
En La Garúa casa-taller y centro para la cultura y la amistad, hasta las gallinas se sentían tan a gusto que encontramos una empollando durante veinte días sobre la mesa de herramientas del taller de escultura.El portón de la entrada oblicua emplazada sobre una calle especialmente sinuosa es la primera escultura que avistamos al arribar a La Garúa. Aquí, todo es arte. Un corredor de pasto y piedra rodeado de una vegetación exuberante conduce hacia la casa principal. Esculturas de grandes dimensiones talladas en madera se trepan como plantas por las paredes y los pilares de la barbacoa. Relieves policromados unos más geométricos y otros más orgánicos, revisten las fachadas y conviven entre un sinfín de cactus, suculentas y coníferos de todos los tipos. Desde las ventanas del lado exterior de la casa, se ven el living y el comedor de La Garúa poblados por esculturas y relieves – testigo inmediato de la avidez productiva de su creador. No hay rincón en La Garúa que no disfrute de una intervención artística: relieves de pared y esculturas auto-portantes compiten con electrodomésticos y especias en las estantes y sobre los muebles de la cocina; en cada dormitorio, en los pasillos, el escritorio, el estudio, los baños, desde las mesas de luz, armarios, pisos y techos, obras de Donas y de su colección viajera habitan este hogar como una gran familia que crece a cada día y para la cual siempre hay espacio y afecto.
Donas construyó un taller de escultura contiguo a la cocina, donde pasaba la mayor parte de su tiempo. En este espacio el artista trabajaba en tallados monumentales a la vez que iba encontrando soluciones para el aprovechamiento de deshechos y materiales encontrados en sus derivas por la naturaleza. Ramas envueltas en cuerdas cuelgan como móviles orgánicos desde las vigas del techo del galpón, relieves, ensamblajes, collages van poblando las paredes y desparramados por todo el piso, pilas de madera de todo tipo, formas y colores. Orden y caos, latas de aceite y barniz, herramientas de corte, tallado y pulido: aquí se trabaja incansablemente, en diversas obras al mismo tiempo.
Verónica Cordeiro
LA coleccion
ACERVO SOLUM DONAS
“La creatividad es sin duda una capacidad humana universal. Para que los seres humanos logren expresar esta capacidad congénita, se hace obligatoria una permanente estimulación de la imaginación, desde la infancia, que debe acompañarse de opciones reales para manifestarla”.
Solum Donas, 1997.
La colección de arte Solum Donas está conformada por una selección ampliamente representativa de la producción gráfica y escultórica del artista, e incluye también su propia colección de objetos artesanales y obras textiles adquiridas en viajes por América Latina, además de una importante biblioteca de historia del arte y arquitectura. Gracias a un espíritu incansablemente curioso por las formas de la naturaleza, el diseño y la arquitectura, Donas dejó un acervo de aproximadamente 600 esculturas en madera, metal, resina y técnicas mixtas y más de 4000 dibujos.
El traslado del vasto acervo artístico e intelectual de Donas, ubicado hasta fines de 2018 en su casa y centro cultural La Garúa en San José, Costa Rica, contó con una cuidadosa selección a partir del estudio, documentación e inventariado de toda su obra. El volumen de su producción y su polifacetismo son un testimonio de la intensidad con que Donas llevaba la vida, de su pasión por la creación, de su apertura experimental, su curiosidad y su necesidad de atravesar distintos campos disciplinarios para obtener una percepción más completa y profunda del potencial constructivo y creativo del ser humano.
Donas exhibió fotografías, dibujos y esculturas en muestras realizadas en distintos países de América Latina; no obstante, el médico y artista no buscó el reconocimiento del mercado del arte ni construir una carrera formal en el ámbito de las artes visuales. Esto le permitió mantener una libertad absoluta para seguir los impulsos de su espíritu y de su cuerpo. Autodidacta, estudió a partir de libros, visitas a museos y talleres puntuales para aprender técnicas específicas. El acervo refleja una gran apertura y apreciación por todas las expresiones plásticas de la historia del arte, y es la riqueza de su experimentación libre que distingue esta colección de otras destinadas a la conservación y difusión de la producción de un solo artista. Una visita a la colección Donas permite realizar un viaje a través de la historia del arte y especialmente, del ímpetu creativo del ser humano.
La producción gráfica de Donas refleja su interés por el constructivismo, el automatismo surrealista y la arquitectura. En sus dibujos se percibe también un diálogo constante con el pensamiento humanista y la literatura: Donas dibuja para darle forma a sus preocupaciones sobre las condiciones de vida del ser humano y la historia de los pueblos de Amėrica Latina. Construye espacios que fusionan al individuo con la trama urbana y exploran posibilidades de emancipación mediante la exploración de espacios positivos y negativos, volumen y el vacío, la línea y la sombra, el individuo y la colectividad, lo singular y lo universal. Mantiene la relación entre figuración y abstracción geométrico-ornamental en constante tensión.
En su escultura, la tensión y ambigüedad que se percibe en los dibujos entre la figuración y la abstracción se intensifica a partir de la exploración del volumen y el placer sensorial del trabajo directo con la materia. En sus ensamblajes lúdicos, musicales e interactivos podemos detectar referencias claras al Dadaísmo y al Surrealismo; sus construcciones abstractas en metal y resina demuestran familiaridad con el arte concreto típico del modernismo de los años 1950 en América Latina; y es en el trabajo manual con la madera que Donas encuentra su elemento de comunión con el cuerpo y la naturaleza. Durante los últimos veinte años, el artista trabaja en su taller tallando, esculpiendo, ensamblando, puliendo y a menudo policromando grandes, medianos y pequeños troncos de madera costarricense. Los olores, colores, vetas, texturas y formas de la materia prima local son sus maestros y su guía.
Esta colección invita a los visitantes a conocer el potencial creativo del ser humano y a inspirarse a explorar el suyo. La colección Donas preserva y difunde la obra del artista uruguayo radicado en Costa Rica; pero más que eso, la colección Donas es parte de un espacio vivo destinado a la activación de la esencia creativa que, de acuerdo con Donas, todo ser humano posee y debe desarrollar en todos los ámbitos de su vida. El arte es una herramienta para despertar la potencia vital creativa y un camino para implementarla y practicarla diariamente.
Verónica Cordeiro